Canta y no te des por vencido

CANTA Y NO TE DES POR VENCIDO

“A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía; no cierres tus oídos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor sería darme por vencido y morir” (Salmo 28:1 NTV).

Vemos en las noticias constantemente personas que se dan por vencidas y les da lo mismo vivir o morir. Hace aproximadamente dos semanas apareció la noticia de un conocido jugador de fútbol americano que perdió la esperanza y se colgó muriendo en el instante. Se dio por vencido.

Quizás has observado en los medios de comunicación los funerales de artistas y deportistas famosos que ganaban trofeos en el campo de juego junto con millones de dólares pero que perdieron el juego de la vida suicidándose. Se dieron por vencidos.

Las personas sin esperanza tienen el peligro de caer en el desánimo y los pensamientos trágicos.

“A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía; no cierres tus oídos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor sería darme por vencido y morir” (Salmo 28:1 NTV).

David sabía a quién recurrir en sus momentos difíciles y le decía a Dios que confiaba en Él.

No caigas en la desesperación por la depresión que te ha querido atacar, ni por los problemas que te parece que se empeorán. Mejor haz lo que hacía David:

“¡Alaben al Señor! Pues él oyó que clamaba por misericordia. El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en Él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias”.Salmo 28:6-7 NTV.

1.Ora a Dios. 

“¡Alaben al Señor! Pues Él oyó que clamaba por misericordia…” (Salmo 28:6 NTV).

2. Confía en Dios. 

“… El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón” (Salmo 28:7 NTV).

3. Llénate de alegría. Con cosas bellas de la vida y con personas agradables.

“… Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría” (Salmo 28:7 NTV).

4. Canta. Entona todas las canciones cada domingo en tu iglesia, sean tus preferidas o no, sientas o no sientas, ¡sólo cántalas! Pon música de fe en tu carro y en tu casa.

“… prorrumpo en canciones de acción de gracias” (Salmo 28:7 NTV).

Piénsalo:

¿Quiénes son aquellos gigantes en tu vida que te han querido desanimar?
¿Qué canto puedes alzar al Señor a fin de declarar la victoria?